Artesanía en el Concejo de Villaviciosa

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Mapa de situación del concejo

Mapa de situación del concejo de Villaviciosa. Asturias.

Escudo del concejo

Escudo del concejo de Villaviciosa. Asturias.

Descripción

La azabachería y otros oficios

Contrariamente a lo ocurrido en otras zonas, en Villaviciosa continúa con fuerza la vocación, la tradición artesana.

Hubo y hay profesionales dedicados al azabache, carbón petrificado hace unos sesenta millones de años, transformado en una variedad de lignito de color negro intenso, brillante, frágil y susceptible de ser pulido, precisándose mucha paciencia y habilidad para trabajarlo.

Su extracción ha sido una de las actividades económicas más características de Villaviciosa, base de una industria artesana y artística de alcance universal. «Este mineral adquiere carta de naturaleza en Les Mariñes [La Marina, desde el alto del Infanzón a Tazones], uno de los pocos sitios en que se extrae históricamente, destacando por su calidad y brillo especiales. El mineral trajo consigo el artesano, que llenó el Camino de Santiago, durante la Edad Media, de reliquias de Oro Negro, y sigue siendo mucho más que un recuerdo. Del subsuelo de Les Mariñes aún brotan vetas rotas...» (Lluis Portal). Esta comarca natural de Villaviciosa ofrece el mejor azabache del mundo en opinión del experto Valentín Monte Carreño, pues aunque otras zonas del planeta poseen también esta preciada gema, no es de la misma calidad por ser mate; se han descubierto yacimientos en Oles —que según el Catastro del Marqués de la Ensenada era el más importante de los tres existentes en Asturias, logrando su mayor auge en el siglo XVIII—, Villaverde, Careñes, Quintes, Quintueles, Castiello y Argüero.

El artículo El azabache de Manuel Díez González, publicado en la revista Cubera, nos ilustra, entre otras cosas, sobre la elaboración: «Se parte el trozo de mineral y se perfila la figura a trabajar con una navaja. Para perforar se usa la barrena y un torno movido a cordel. Se pulimenta con piedra de grano, luego se frota con una piel untada con una pasta hecha en casa a base de carbón vegetal. Finalmente, se pule por medio de hilos».

Los objetos eran variados: de tipo religioso (cruces, imágenes de Santiago, rosarios...), propios de los tiempos de las peregrinaciones a Compostela, así como gargantillas, pendientes, medallones, tinteros, abalorios..., con mención especial para las ciguas, amuletos a los que se atribuye la virtud de alejar el mal de ojo en los niños, en forma de bolas o manos pequeñitas —que se representaban cerradas, con el dedo pulgar asomado entre el índice y el corazón— para colocar en sus muñecas; eran mal vistas por la Inquisición, por lo que se enmascaraban reduciendo a la mínima expresión el tamaño de las manos y superponiéndoles figuras de vírgenes y santos.

«Señal del arraigo que tuvo la industria del azabache en Villaviciosa, y como gremio organizado, se fundó en Quintueles la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, en el año 1604. Sostenían el culto con un quiñón del azabache extraído. Mientras duró la explotación del azabache, tuvo gran repercusión económica en las parroquias, las cuales sufrieron las consecuencias de que se fuera abandonando, en el último tercio del siglo XVII, su explotación» (M. Díez González.).

Anualmente, entre el 8 de septiembre y fines de ese mes, se desarrollan las Jornadas sobre Azabache de Villaviciosa, organizadas por ACEBACHE (Asociación para el Desarrollo de la Azabachería) y TURCOVI (Turismo Rural de la Comarca de la Sidra), con un programa que incluye un concurso-exposición, un curso/escuela de azabachería y el homenaje a gentes vinculadas a tal actividad.

Este viejo oficio, que vive hoy nuevos momentos de esplendor, ha sabido conjugar con fortuna la producción tradicional con las nuevas formas.

Hubo y sigue habiendo artesanos de la madreña, el típico calzado asturiano de origen prerromano. Los madreñeros del concejo tenían fama de hacer pares resistentes. Era práctica común el nidiar o brillar, operación consistente en frotar la madreña con un hierro o un palo de madera dura, para procurar así un endurecimiento superficial. En el proceso se iba añadiendo esperma de velas para conseguir una impermeabilización total (Alfonso Fdez. Canteli). También se mantienen otros oficios como el de marroquinero, alfarero...; de la actividad alfarera ya el Marqués de Ensenada, en el capítulo relativo a Villaviciosa, cita a Domingo y Francisco Menéndez, padre e hijo, de oficio alfareros, y Francisco de Paula Caveda y su hijo José Caveda, en la descripción geográfica e histórica del concejo de Villaviciosa realizada por ambos con anterioridad a 1818, aporta el siguiente dato: «... también hay una alfarería en el lugar de Liñero, parroquia de San Miguel del Mar, a cuyas piezas se les da sus baños y colores, más todo ello rústico y grosero...». Al parecer este alfar estuvo activo entre 1752 y 1818.

Al gremio de los canteros pertenecían los labrantes de piedras de molino, cuyos talleres se encontraban en Quintes y Quintueles, desde donde era más fácil acceder a las canteras suministradoras de la piedra de grano y arenisca propia para dicha labor.

La Ferrería de Dueñes (Arroes)

Rafael F. Balbín Loredo

Valdediós, Profundu, Merón, España... son algunos de los ríos donde la actividad de la molienda fue notable. Pero en el río España, que atraviesa las parroquias de Candanal, Pión, Arroes, Castiellu y desemboca en la playa del mismo nombre en la parroquia de Quintes, no sólo hizo funcionar a los molinos que abastecían a las parroquias de la preciada harina. En el tramo que discurre por términos de Arroes, en el lugar llamado Dueñes, se desarrolló durante algún tiempo otra actividad que precisaba de la fuerza del agua y donde finalmente se obtenían útiles en los que el hierro era la materia prima básica: la ferrería.

Instalación y funcionamiento

Antes de hablar sobre la Ferrería de Arroes vamos a comentar, a modo de introducción, aspectos generales de estos ingenios, como su ubicación, instalación y funcionamiento.

A diferencia de los molinos que se pueden encontrar en cualquier río de la región, les ferreríes desarrollaron su actividad principalmente en la zona occidental de Asturias. Así se refleja en el mapa topográfico de Guillermo Shultz al que se refiere D. Luis Adaro en su obra Criaderos de hierro en Asturias. En dicho estudio, cerca del 80% de les ferreríes existentes en Asturias, se localizan en la zona occidental. El resto se dispersan por los concejos de Cangues d´Onís, Casu, Ponga, Lena, Amieva y Villaviciosa. Esta distribución se debe a la mayor existencia de criaderos de mineral, la fácil elaboración de carbón vegetal y el mayor caudal de los ríos del occidente astur.

Entrando ya en lo referente a su instalación y los elementos que conforman la ferrería, vamos a tratar de resumir los mismos. Lo que podría ser una primera parte se realiza de igual forma que para cualquier otro ingenio hidráulico: la desviación de parte del caudal por medio de una presa hacia una canal. Tras discurrir varios metros, el agua quedaba embalsada en un depósito situado en un nivel superior a la ferrería y que recibe el nombre, en el occidente de Asturias, de banzao. En su base se abre un orificio cuya apertura se regula con una válvula de forma piramidal. Esta mayor o menor apertura regula la cantidad de agua que caería sobre la rueda, regulando así la velocidad de giro que incrementa o disminuye el número de golpes del martillo.

Todo este sistema se compone de una gran variedad de elementos o piezas que hacen posible el funcionamiento de la ferrería. De todos ellos el más importante es el martillu o mazu con el que se trabajaba el mineral de hierro tras un laborioso proceso que comenzaba con la obtención de carbón vegetal y del mineral de hierro con los que posteriormente se obtendrían las barras o agoas, en la zona occidental, y que más tarde, por medio del mazu, se trabajaban estirándolas y ensanchándolas. De aquí pasaban a otra instalación, independiente de la ferrería, aunque complementaria y muy abundante en su día: la fragua o forxa, donde se elaboraban los productos finales: herramientas, clavos, ruedas, etc.

La Ferrería de Arroes

Para hablar de la Ferrería de Arroes nos tenemos que remitir a los diversos trabajos que se han publicado sobre este emplazamiento en los que aparecen como principal protagonista los restos del torreón medieval que se levantaba contiguo a la citada ferrería. Todo este conjunto se halla situado al final del camino que comunicaba la parroquia de Arroes con La Ferrería y que continuaba hacia la parroquia de Quintes.

La torre, al igual que la ferrería, estaba en la margen derecha del río, muy cerca de donde se ubicaba el puente de Catargudi, derruido en la actualidad, por el que se podía cruzar el río en dirección a la vecina parroquia de Quintes. Así pues, todo el conjunto se encuentra en una situación que permitía un absoluto dominio de la vía de comunicación tan utilizada en su día. La torre, que conserva dos fachadas incompletas, es de planta cuadrangular y su construcción se compone de sillarejo en el remate de los muros. La parte inferior es de mampostería, empleándose también sillares para la enmarcación de los vanos. En su estado originario pudo alcanzar una altura de cuatro pisos, pues en el lienzo Este se aprecian tres alturas y el arranque de una cuarta. Son de destacar, asimismo, la existencia de diversas saeteras dispuestas en diferentes puntos de las tres alturas.

Por lo que se refiere a la propia ferrería, de ésta sólo se conservan restos de los muros laterales, construidos a base de mampostería de baja calidad. En el estado en que se encuentra, resulta difícil definir el espacio en el que se realizaban los trabajos, así como la ubicación de los distintos elementos. Sí se puede apreciar la terminación de la canal, que se pierde bajo tierra a través de un cubu. En las inmediaciones de la ferrería, se puede apreciar una gran sedimentación que se hace más notoria en las orillas del río donde se pueden encontrar todavía restos de escoria. Esta acumulación de sedimentos podría dar lugar a que otros elementos de la ferrería estuvieran enterrados, como puede ser el caso del canal de desagüe u otros espacios anexos.

Sobre el tiempo que estuvo en funcionamiento, hay que remitirse, igualmente, a los trabajos publicados sobre este lugar. Así, en el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (1845-1850) se detalla que hubo una fábrica de hierro a fines del siglo pasado que aún recuerdan haber visto algunos ancianos de la feligresía. Igualmente, señala la propiedad de los herederos de la familia Jovellanos. Esta propiedad data de un foro perpetuo del monasterio de Valdediós a dicha familia, la cual pagaba 5.000 maravedíes en 1856. Y, a su vez, la arrendarían a las gentes que la pondrían en funcionamiento, casi con toda seguridad, de procedencia vasca.

La ya conocida Desamortización de Mendizábal hace pensar que en los primeros años de este siglo la ferrería había caído ya en desuso. Así lo refleja Francisco de Paula Caveda en su obra Descripción Geográfica e Histórica del Concejo de Villaviciosa.

Topónimos

Pero el caso de la Ferrería de Dueñes no fue el único. En la cercana parroquia de Amandi, y más concretamente en Valbúcar, se desarrolló igualmente esta actividad de la metalurgia. De la conocida ferrería de Amandi sólo se conserva en la actualidad el canal que llevaba el agua hasta las proximidades del edificio que ya no se conserva. Hace aproximadamente treinta años, se sacó de dicha zona gran cantidad de escorias, lo que demuestra que la actividad en Valbúcar fue notable.

En numerosas parroquias del concejo, existen diversos lugares con el topónimo de la Ferrería. Un ejemplo lo tenemos en el río Valdediós, donde dos de sus molinos (molín del Ferreru y molín de la Ferrería) pudieron, en otro tiempo, desarrollar actividades metalúrgicas y posteriormente dedicarse a la producción de harina.

Relación de artesanos

Socorro Oeo Galas. Liñero, 13 - 33300 Villaviciosa. Especialidad: cuero.

Sonia Ortega Ruiz. Miyeres, 9 - Valdebárcena. 33318 Villaviciosa. Especialidad: cuero.

Máximo Spampinato. La Garita, Poreño. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 97 64 92. Cuero.

Tilo Marroquineros. Camoca, 9. 33312 Villaviciosa. Tfno. y fax 985 89 15 12. Cuero.

Miguel Fernández Rabadán. Liñero, 13. 33315 Villaviciosa. Tfno. 985 97 45 59. Cuero.

Candale. Camoca. 33312 Villaviciosa. Tfno. 985 89 15 12. Cuero, textil, otros...

Abel Llosa Sánchez. San Martín del Valle. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 97 63 44. Hórreos.

Carola Granda Rodríguez. Camoca. 33312 Villaviciosa. Tfno. 985 89 02 59. Joyería.

Samuel Jurado. García Caveda, 2. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 09 25. Joyería.

Auri Faber. García Caveda, 6, bajo - 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 26 11. Joyería - azabache.

Samuel González. Oles. 33300 Villaviciosa. Azabache.

Luis Campillo Alberich. Llavares, 25. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 30 74. Madera.

Miguel Ángel Domínguez Pesquera. Barrio de Tuero, Oles. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 97 48 57. Madera.

Nuada. La Riera, 1, Peón. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 41 87. Madera.

José Antonio Berdasco Fernández. La Parra, Amandi. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 09 05. Madreñes.

Arturo Gancedo Ordieres. El Patio, Carda. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 03 00. Madreñes.

José Luis Vallín Álvarez. Bayones, El Busto. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 02 44. Madreñes.

Charo Cimas. El Puntal, 26. 33315 Villaviciosa. Tfno. móvil 619 17 10 40. Cerámica.

Severino García González (Taller Trisquel). Argüero. 33314 Villaviciosa. Tfno. 985 87 63 65. Cerámica. Las piezas producidas por este taller se caracterizan por su orientación generalmente utilitaria, con el claro objetivo de acercar su trabajo a la tradición alfarera de la comarca, utilizando nuevos materiales (gres, cocción a 1.300 ºC) que mejoran la calidad de sus productos.

Desde hace años y como consecuencia de una excavación arqueológica, se inició en este taller un proceso de recuperación de formas y decorados del antigua alfar de Liñeru (Villaviciosa), del siglo XVIII, extinguido hace más de un siglo.

A partir de restos hallados en la excavación (escudillas, platos, fuentes, cazuelas...), se realizan vajillas, juegos de café, lavabos, fregaderos, azulejos... tipo Liñeru, con el propósito de hacer de nuevo realidad aquella cita de José Manuel Feito (Cerámica Tradicional Asturiana) en el que en un testamento de 1789 se habla de «Quatro escudillas de barro (...) dos platos y otro plato de los de Billaviciosa».

En Trisquel se imparten cursillos de iniciación y perfeccionamiento. Cuenta con sala de exposición permanente.

Ángel Luis García Iglesias. Quintueles. 33314 Villaviciosa. Tfno. 985 89 44 48. Cerámica.

Alfonso Martínez Figaredo. Magdalena, 64— 2º izda. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 26 29. Cerámica.

Xuan Cerámicas. Pedro Pidal Arroyo, 22. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 09 02. Cerámica.

T.K.O. Miravalles. 33317 Villaviciosa. Cerámica.

Alfar Fuente Gorda. Barrio Cimadevilla, Quintes. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 54 65. Cerámica.

María Josefa Estrada Llera. Maliayo, 5. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 05 83. Textil.

Margarita García López. Llaranes, Amandi. 33311 Villaviciosa. Tfno. 985 89 18 13. Textil.

Texeduría. Camoca. 33312 Villaviciosa. Tfno. 985 89 24 81. Textil.

Arte en Piedra. La Ferrería, Amandi. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 22 78. Cantería.

Juan M. Parrondo. Carmen, 11. 33300 Villaviciosa. Tfno. 985 89 03 96. Cerrajería artística.

(Fuente: Oficina de Turismo - Ayuntamiento de Villaviciosa)

Concejo de Villaviciosa

Pumaradas y sidra, huerta y mar, Rodiles y Tazones, Románico en Amandi y Prerrománico en Valdediós, el casco histórico de Villaviciosa, surf, pesca y aves en la mayor ría de Asturias… Así es Villaviciosa, Capital Manzanera de España.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Villaviciosa son: Cabranes, Colunga, Gijón, Piloña y Sariego. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Villaviciosa, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de la Sidra

Tierra de pomaradas y manzanos en flor, hogar de centenarios llagares de sidra, costa de dinosaurios, pueblos mineros y villas marineras, una de las rías con más biodiversidad de toda Asturias, majestuosas sierras como las de Peñamayor o el Sueve, Caminos de Santiago, pueblos ejemplares y el mejor arroz con leche… así es la Comarca de la Sidra.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«Estos son solo algunos ejemplos de los monumentos naturales que se pueden encontrar en Asturias. Cada uno de ellos ofrece una experiencia única y te sumerge en la belleza y la grandeza de la naturaleza asturiana. Si tienes la oportunidad de visitar esta región, te recomiendo que explores estos lugares y descubras por ti mismo su esplendor.»

Resumen

Clasificación: Etnografía

Clase: El concejo

Tipo: Artes

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Villaviciosa

Parroquia: Villaviciosa

Entidad: Villaviciosa

Zona: Oriente de Asturias

Situación: Costa de Asturias

Comarca: Comarca de la Sidra

Dirección: Villaviciosa

Código postal: 33300

Web del municipio: Villaviciosa

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Villaviciosa

Dirección

Dirección postal: 33300 › Villaviciosa • Villaviciosa › Asturias.
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