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Historia de Villaviciosa | Etnografía | Datos básicos | Historia | Villaviciosa | Comarca de la Sidra | Oriente de Asturias | Costa de Asturias | Asturias | Principado de Asturias | España | Europa.
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Descripción
El día 17 de octubre de 1270, en Vitoria, Alfonso X, el rey Sabio, otorgó a los hombres de la tierra de Maliayo carta de fundación de puebla o villa.
La tierra de Maliayo, fértil en extremo, con estuarios adecuados para el refugio y altas rasas aptas para el dominio del territorio, estaba poblada al menos desde el Epipaleolítico, en su etapa Asturiense, hace 9.500/6.000 años y probablemente mucho antes. Una significativa presencia de monumentos megalíticos arguye una potente economía. Al hilo de las excavaciones que se vienen realizando, más la elaboración de la Carta arqueológica del concejo de Villaviciosa (1989), cada vez se adivina más claramente una coherente cultura castreña, cuyos hitos son, por ahora, varios poblamientos repartidos estratégicamente por el territorio tomando como eje la ría, más la costa-rasa occidental.
La aportación de Roma se cifró en el establecimiento de un conjunto de villae rurales con una población urbana en la desembocadura de la ría, en el actual Rodiles, de considerable importancia, que se ha llegado a suponer fuera la famosa Noega. Esta población pierde su importancia durante la época del reino astur, pero la adquieren ciertos núcleos como Amandi, Bedriñana, Camoca, Seloriu, Fuentes, Cazanes, y el lugar de Boides, con una villa romana. La Peña Castiellu, como bastión defensivo en el embarcadero de Buetes, pudo ser el embrión de la futura puebla de Maliayo.
Cuando el rey Sabio organiza el territorio de Maliayo y funda su puebla, una activa presencia de los monjes de Císter en el más íntimo repliegue del valle, en Boides —que adoptará el nombre místico de Valle-de-Dios (27 de noviembre de 1200)—, ha constituido un señorío jurisdiccional sobre un coto de 296 hectáreas y ha ejercido una importante labor ordenadora y civilizadora.
La constitución del concejo de Maliayo se enmarca en la política urbanizadora y repobladora iniciada por Alfonso IX y que alcanza hasta el primer tercio del siglo XV. El cénit del proceso repoblador coincide con el reinado de Alfonso X, exactamente en el año, clave en la historia asturiana, de 1270, señala J. I. Ruiz de la Peña. Una cerca oval —de la que se conservan algunos fragmentos— definía la puebla o villa, abriendo sus accesos por cuatro puertas: dos principales —la del Cañu (que generaría el arrabal de fuera´l Cañu) y la del Puente—, más dos secundarias —la del Mercáu Vieyu (que daría lugar al arrabal de ese nombre) y la de la Carnicería—. La iglesia parroquial era la de Santa María del Conceyu que aún hoy muestra su armonía y vistosidad —«una de las más bellas de la Asturias medieval», en opinión de Juan Uría— en el barrio de La Oliva.
A mediados del siglo XV la puebla de Maliayo ya se conocía como Villaviciosa, nombre acorde con su fertilidad que, a su vez, pasaría a ser la denominación de todo el territorio o concejo.
La probable presencia en este territorio de Enrique de Trastámara durante la estancia de Pedro I en Gijón (año 1352), explicaría el origen del coto jurisdiccional de Poreño (Poreñu), en la parroquia maliayesa de Celada, como donación hecha en 1366 a Pedro de Colunga. Este coto se enfeudaría más tarde en la familia Hevia. A lo largo del siglo XV, Villaviciosa, lejos de estar encerrada en sí, interviene en numerosas acciones políticas y guerreras para cerrar el siglo con la participación de sus hombres en la conquista de Granada. También desarrolla una intensa actividad comercial y cuenta con la pesca del puerto de Tazones, más un alfolí de la sal, parejos a los de Luarca, Pravia, Llanes.
En 1484 un incendio arrasa la villa en su totalidad; los Reyes Católicos otorgan mercedes para reconstruirla. Villaviciosa está presente en la Junta General del Principado desde la Ordenanza de Hernando de la Vega (1493-94), hasta su extinción en 1834 con la representación de José Caveda y Nava. Incluida en el mismo partido que Gijón, Siero, Sariegu, Nava y Cabranes, como concejo real, llega a tener dos procuradores. Los cargos fueron desempeñados generalmente por miembros de las familias oligárquicas de Hevia, Peón, Balbín, Estrada, Solares, Concha, Valdés, Sorribas. El 19 de septiembre de 1517 dejó la villa el príncipe Carlos de Habsburgo, futuro emperador.
Juan J. Pedrayes ha sistematizado la historia de Villaviciosa desde la óptica de la evolución de su trama urbana. La crisis de la pola medieval viene dada por la incapacidad de hacer frente a la inseguridad derivada de las luchas intestinas; aparecen entonces las casas-torre, las rurales, las intramuros y las aledañas a la villa. Principales dueños: Hevia, Busto, Balbín, Valdés, Solares, Peón. A mediados del siglo XVII se inicia una profunda transformación: aparece la villa o ciudad hidalga con sus palacios y plazuelas de respeto. De esa época conserva hoy Villaviciosa su más noble paisaje urbano. Un personaje que tiene importancia decisiva en este momento es Pedro Peón, duque de Estrada (1683-1750), poderoso mayorazgo de Peón, intelectual relacionado con los más solventes círculos ilustrados, para destacar su decisiva influencia en la configuración urbana de la Villaviciosa hidalga.
A finales del siglo XVII se produce una peculiar iniciativa social, que contribuirá a configurar la facies urbana y sin duda la sicología colectiva de la villa y su concejo. Los franciscanos fundan un convento de predicadores de misiones populares cuya área de influencia se señala en la Asturias centro-oriental, «más de seiscientas pilas bautismales», a cuyos feligreses debían llevar las enseñanzas derivadas del concilio de Trento. Un primer convento se edifica entre 1694 y 1699 en La Vallera, sustituido en 1743-1772 por otro edificio de gran capacidad cuya iglesia conventual es hoy el templo parroquial de la villa. De aquel convento salieron también algunos misioneros para las Indias. A la sombra de predicadores seráficos creció un monasterio de monjas clarisas que ha llegado a celebrar su tercer centenario en 1994.
Francisco de Paula Caveda Solares (1757-1812) inicia una dinastía ilustrada, que a la par tendrá incidencia notable en la evolución de Villaviciosa a través de su hijo José Caveda y Nava y de su nieto Joaquín García Caveda, y hoy con Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española. El momento de Caveda Solares es el de la primera revolución industrial; Philemon Pickford de Manchester instala y dirige una fábrica de algodones de considerable volumen. La acción del juez noble Caveda Solares rompe simbólica y realmente la cerca medieval para abrir nuevas comunicaciones. Las ideas liberales, representadas por Pedro José Pidal Carneado y José Caveda y Nava, están afincadas en una realidad profundamente transformada por reformas previas, de talante liberal, puestas en marcha en el breve periodo constitucional. Caveda y Nava funda la Sociedad Patriótica de Villaviciosa (20 de mayo de 1820) al socaire de la restauración de Riego. Durante la reacción absolutista se forman las Milicias de Voluntarios Realistas compuestas de masas proletarias rurales dirigidas por sus viejos señores, a cuyo frente está Felipe Hevia Antayo, señor del coto de Poreñu. El régimen liberal intentará apuntalarse con la Milicia Urbana, de burgueses, constituida en Villaviciosa en los primeros días de abril de 1834. En 1835 se instaura el Ayuntamiento constitucional, desapareciendo los cargos concejiles que durante siglos ostentaban familias oligárquicas.
La desamortización de bienes eclesiásticos tuvo poco volumen pero cierta incidencia en la villa, por lo que supuso para el equipamiento público el exconvento de San Juan de Capristano; mayor aun la tuvo para los subasteros en las parroquias del concejo dada la condición rural de los predios de la Iglesia: 132 fincas rústicas salieron a subasta en el periodo de Mendizábal. En cuanto a la desamortización de bienes civiles, realizada a partir de 1859, tiene relevancia, por su evolución posterior, la apropiación de las marismas de la ría, lo que conocemos como porreos. La consideración de las marismas como inútiles o perniciosas, difundida entre ilustrados y progresistas, tuvo realidad en la desecación de extensos xunclares aledaños a la ría de Villaviciosa; fueron primero los de Bedriñana (siglo XVIII) y luego los de la margen derecha, a partir de 1859. La necesidad de recuperar la navegabilidad de la ría y su condición de vía económica llevó a concebir el proyecto de su canalización, cuyos estudios se encomendaron al ingeniero José Lequerica (1885-86), con el principal objetivo de hacer de Villaviciosa un puerto carbonero, conectado por ferrocarril con Lieres.
Una nueva burguesía, liberal, estaba emergiendo frente al caciquismo dominante. Y, con ella, un proletariado industrial que pronto entra en contacto con las organizaciones sindicalistas gijonesas y forma la Sociedad de Oficios Varios. De las pugnas entre liberales y caciquiles surge una prensa local que tendrá su máximo esplendor en los años veinte y treinta. Dentro del grupo de obreros catalanes que durante la Guerra Europea (1914-1918) viene a trabajar a la fábrica de vidrio de El Gaitero aparece El Amigo del Pueblo, de filiación cenetista, en 1918.
Atenta a las exigencias de reproducción de su posición e ideología, la nueva clase dominante promueve (1895) la fundación de un colegio de religiosas para niñas, teniendo para los muchachos el de Valdediós, añadido al seminario en 1877 y que luego trasladará a la villa bajo la razón jurídica Fundación Colegio de San Francisco (1922), siempre bajo férula eclesiástica. También apoya y financia la Sociedad Ateneo-Casino Obrero con la idea de «resolver la cuestión social en el terreno de la instrucción» —indica B. Rato y Hevia—. Los veinticinco años de esta entidad están transidos por las convulsiones de la época y, al igual que el elemento obrero que cobijaba, cayó bajo la represión subsiguiente a 1937.
La política de obras promovida bajo Primo de Rivera significó urbanización, parque, traída de aguas, casas baratas, escuelas graduadas. La II República tuvo uno de los bastiones más reacios en Villaviciosa, gobernada por conservadores-monárquicos con minoritaria presencia de reformistas y casi nula de republicanos. Con posterioridad a la Revolución de Octubre se quitó el nombre de Indalecio Prieto a la calle del Agua, que le había sido puesto en 1931 por ser el ministro socialista hijo de la maliayesa Constancia Tuero. La Guerra Civil dura en Villaviciosa quince meses, definidos por su posición secundaria respecto a los centros de mayor conflicto. Las tropas franquistas la conquistan (19 de octubre de 1937) dos días antes de cerrarse el frente del norte, iniciando un periodo de idénticas características sociales y económicas que en los demás lugares. La salida de la gran penuria económica comienza en los años cincuenta con la migración hacia zonas industriales como Gijón y Avilés, se intensifica a principios de los años sesenta con la emigración a Bélgica, Suiza, Alemania, por la cual se ingresan remesas de divisas; con un incipiente turismo; con la explotación de plantaciones de gran demanda como el eucaliptus y, sobre todo, por el establecimiento de empresas alimentarias basadas en la manzana y la leche, creadoras de cientos de puestos de trabajo directos.
Posee Villaviciosa dos importantes centros de investigación con un plantel de más de cien trabajadores. Perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desde el año 1990, el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), con 22 trabajadores, en su 80% tituladores superiores (investigadores, becados/doctorales, estudiosos). Por otra parte, la antigua Estación Pomológica (1956), desde 1995 se convirtió en el Centro de Investigación Aplicada y Tecnología Agroalimentaria (CIATA), ahora Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias (SERIDA).
Personajes notables
La dinastía ilustrada de los Caveda. Francisco de Paula Caveda Solares (1757-1812). Su hermana Rita Josefa (nacida en 1760). José Caveda y Nava (1796-1882). Joaquín García Nava (1851-1885), el Xuaco Les Mariñes de La Quintana. A la zaga de los Caveda, destaca en las letras asturianas el dómine Bruno Fernández Cepeda (1744-1803), nacido en el Mercáu Vieyu.
Pedro-José Pidal y Carneado, marqués de Pidal (1799-1865), ministro de Gobernación, de Estado, eminente bibliófilo que salvó para España, entre otras joyas, el Poema de Mío Cid. Su hijo Alejandro Pidal y Mon, académico de la Lengua y de Ciencias Morales y Políticas, proverbial cacique, fue diputado por el distrito de Villaviciosa entre 1872 y 1913. Y el hijo de éste, Pedro José Pidal Bernaldo de Quirós, impulsor de los Parques Nacionales de Covadonga y Ordesa. A esta familia, por vía materna, pertenecía Ramón Menéndez Pidal.
Natural de Villaviciosa era fray Francisco Menéndez, presidente de las misiones de Ocopa, valle de Jauja, donde falleció en 1801, habiendo recorrido el archipiélago chileno de Chiloé, y descubierto en 1790 la laguna de Nahuelhuapi por mandato del virrey Gil y Lemus; sus Diarios contienen importantes datos antropológicos. Del mismo tiempo fue Alonso Bernardo Ribero y Larrea (mejor: De la Rea), nacido en Fuentes, autor de Historia fabulosa del distinguido caballero D. Pelayo Infanzón de la Vega, Quixote de la Cantabria (Madrid, 1792).
Y en nuestro siglo: el senador vitalicio Luciano Obaya Pedregal; el conde de Rivero, alma del Diario de La Marina (La Habana), Nicolás Rivero. Finalmente, la saga de fotógrafos Fresno: Fernando Fresno Cueli y su hermano Ramón, con sus hijos Ramón, Anselmo y Arturo (fallecido en 1952).
Etelvino González Lóp
Concejo de Villaviciosa
Pumaradas y sidra, huerta y mar, Rodiles y Tazones, Románico en Amandi y Prerrománico en Valdediós, el casco histórico de Villaviciosa, surf, pesca y aves en la mayor ría de Asturias… Así es Villaviciosa, Capital Manzanera de España.
Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Villaviciosa son: Cabranes, Colunga, Gijón, Piloña y Sariego. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Villaviciosa, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.
Comarca de la Sidra
Tierra de pomaradas y manzanos en flor, hogar de centenarios llagares de sidra, costa de dinosaurios, pueblos mineros y villas marineras, una de las rías con más biodiversidad de toda Asturias, majestuosas sierras como las de Peñamayor o el Sueve, Caminos de Santiago, pueblos ejemplares y el mejor arroz con leche… así es la Comarca de la Sidra.
La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.
Conocer Asturias
«Eventos gastronómicos. Jornadas del Bonito: En la localidad costera de Candás se celebra anualmente las Jornadas del Bonito, un pescado muy apreciado en la gastronomía asturiana. Durante estas jornadas, los restaurantes de la zona ofrecen menús especiales centrados en el bonito, destacando platos como el bonito en escabeche, bonito a la parrilla o empanadas de bonito. Es una excelente oportunidad para disfrutar de los sabores del mar Cantábrico.»
Resumen
Clasificación: Etnografía
Clase: Datos básicos
Tipo: Historia
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Villaviciosa
Parroquia: Villaviciosa
Entidad: Villaviciosa
Zona: Oriente de Asturias
Situación: Costa de Asturias
Comarca: Comarca de la Sidra
Dirección: Villaviciosa
Código postal: 33300
Web del municipio: Villaviciosa
E-mail: Oficina de turismo
E-mail: Ayuntamiento de Villaviciosa
Dirección
Dirección postal: 33300 › Villaviciosa • Villaviciosa › Asturias.
Dirección digital: Pulsa aquí